PADRES INQUIETOS
Casos que investiga nuestra agencia privada, que van en aumento lo constituyen padres que quieren saber en que andan sus hijos.
Deserciones universitarias y salidas nocturnas sin retorno, han sido el botón de alarma para muchos padres que se resisten a seguir manteniendo infructuosos interrogatorios con sus hijos.
“Es cada vez mas frecuente recibir a padres quienes quieren saber en que andan sus hijos, especialmente los que están en edad adolescente y los que estudian en la universidad”, preciso el profesional de las investigaciones.
Fue el caso de Mónica y Gonzalo, quienes cansados de discutir con su hijo Martín, decidieron recurrir a nuestra agencia de investigaciones privadas.
“Le dimos muchas vueltas y asumimos que no podíamos solos, Martín no quería hablar, se encerraba en su pieza y simplemente se negaba a darnos explicaciones. Nosotros estábamos preocupados por su comportamiento, llegaba tarde, cuando contestaba su celular ante nosotros lo hacía con evasivas,” relata Mónica.
Cuando Martín, un veinteañero hijo único y con rendimiento académico notable, renovó los muebles de su pieza sin pedirles un peso a sus padres, la alarma sonó más fuerte.
“Martín era retraído pero super comunicativo con nosotros, se puso raro cuando entro a la U. Dejo de hablar con nosotros, salía tarde y llegaba en la madrugada. Nos cuestionamos mucho antes de venir a su agencia, pero nos sentimos superados y temíamos perderlo” agrego Gonzalo.
Los padres de Martín son profesores y tal como ellos advierten, nunca han vivido con lujo, pero tampoco les ha faltado nada.
“Siempre hemos sido super sencillos, la casa está en un muy buen barrio. Educamos a Martín en un colegio particular haciendo un gran esfuerzo y vimos con satisfacción que la decisión había sido la adecuada cuando nuestro hijo dio la prueba y pudo entrar a estudiar ingeniería civil”, acota Mónica.
Sin embargo, estos padres comentan que el entorno de Martín siempre fue distinto y eso pareció cambiar a su hijo.
“Martín compartía con gente de plata y empezó a demandar más de lo que podíamos darle, por eso nos llamó la atención cuando dejó de pedirnos dinero”. precisa Gonzalo.
Algunos días de seguimiento e infiltraciones, nuestros agentes obtuvieron resultados positivos; Martín había hecho amistad con un conocido traficante, lo que explicaba su drástico cambio conductual.